Esta semana, algunos de los perros más talentosos y sus entrenadores llegarán a la República Checa para participar en el Campeonato Mundial de Agility de la Federación Cinológica Internacional (FCI). Entre los participantes se encuentran Diane Patterson, de Middletown, CT, y Happy, su perro pastor de Shetland de 6 años de edad.
Happy, guiado por Patterson, atravesará a toda velocidad una carrera de obstáculos repleta de saltos, slalom, rampas y túneles. Patterson dice que tomó interés por el entrenamiento de agility hace dos décadas, en un centro de entrenamiento en Manchester.
“Una mujer hizo que un perro saltara hacia sus brazos, y me pareció lo más fascinante que había visto en mi vida”, afirmó Patterson. “Me matriculé en las clases de inmediato”.
Hay mucho que aprender. Las personas que guían a sus perros por el circuito deben tener una mente ágil y ser capaces de realizar ejercicio cardiovascular y coreografías.
“Tenemos que pulir nuestros movimientos y nuestro ritmo. En realidad, es como bailar, así que estamos tratando de memorizar los pasos. Además, estoy dedicando mucho más tiempo a ejercitar mi físico —remando, corriendo, haciendo cardio— que el propio Happy”, indicó Patterson. “Cuando no está en un campeonato, se pasa el día holgazaneando en el sofá”.
Patterson nos cuenta que los perros como Happy reciben cuidados de primera en preparación para las competencias. Ella cuida su dieta y nutrición y procura que también tenga tiempo de descansar y recuperarse. Además, lo lleva al veterinario todas las veces que sea necesario.
“Ayer vimos a su masajista, y hoy vio a su quiropráctico. Todos le han dado el visto bueno”, aseguró.
No obstante, el día de la competencia, Patterson es quien debe asegurarse de no cometer errores mientras guía a Happy por cada nuevo circuito.
“Los humanos tenemos siete minutos para memorizar el circuito, y los perros ni siquiera lo han visto”, explica Patterson. “Les digo, si estuviéramos en ‘Dancing with the Stars’, nos iría estupendo, porque nos tenemos que aprender los pasos de baile muy rápido”.
Happy competirá con el equipo mundial de la FCI, que solo permite perros de raza. Sin embargo, en Estados Unidos, el AKC (American Kennel Club) admite perros de todas las razas y en las exposiciones caninas participan todas las razas y todos los tamaños.
Aunque los perros compartirán el espacio con nuevos participantes, Patterson afirma que no tiene problemas para evitar enredos románticos indeseados.
“Happy compite con bastante frecuencia contra hembras que están en celo y se mantiene muy concentrado en su trabajo”, admitió.