Los residentes de Puerto Rico han sido ciudadanos estadounidenses por más de un siglo.
Aunque deben pagar impuestos federales al igual que el resto de los trabajadores estadounidenses, los puertorriqueños carecen de representación con voto en el Congreso y del derecho a votar por el presidente de la nación norteamericana.
Ahora, el panorama podría cambiar, pero esto dependerá de la aprobación de un proyecto de ley bajo la consideración del Congreso y del deseo de los residentes de la isla. La Ley para el Estatus de Puerto Rico busca que los residentes de la isla puedan tomar una decisión en el año 2025, mediante la selección de una de las siguientes opciones: la estadidad, la independencia o la soberanía en libre asociación con los Estados Unidos.
Los expertos indican que desde 1898, el Congreso ha debatido más de 152 proyectos de ley sobre el estatus de la isla, pero ninguno ha sido aprobado para solucionar el problema.
“Este proyecto de ley es solo la continuación de cientos de proyectos de ley que abordan la cuestión del estatus”, dijo Charles Venator-Santiago, profesor asociado en El Instituto: Institute of Latina/o, Caribbean, and Latin American Studies de la Universidad de Connecticut.
Como natural de la isla y estudioso de su contexto histórico, Venator-Santiago afirma que, a pesar de que los senadores de EE. UU. por Connecticut apoyan la aprobación del último proyecto de ley, siente escepticismo sobre sus posibilidades.
“No existe ninguna indicación de que los senadores republicanos vayan a apoyar esta legislación”, expresó.
Venator-Santiago señala que los proyectos de ley en cuestión, como el proyecto de ley 3132 del Senado (SB 3132), parecen estar inclinados a favor de la estadidad. De llevarse a votación entre los residentes de Puerto Rico, él asegura que la estadidad obtendría la mayoría de los votos.
“Podría asegurar que al menos un 75% de los electores votarían por la estadidad”, indicó Venator-Santiago. “Entonces tendrían que ofrecer paridad en el financiamiento, lo que implicaría unos $5 a $10 mil millones adicionales al año en subsidios federales. La estadidad es demasiado onerosa”.
La estadidad para Puerto Rico también puede resultar onerosa para el Tesoro de los EE. UU. Venator-Santiago menciona que la deuda abrumadora de Puerto Rico, de alrededor de $140 mil millones, se convertiría completamente en el problema del gobierno de los EE. UU.
"Si Puerto Rico se convirtiera en un estado, el gobierno federal ya no podría controlar la administración de esa deuda", dijo Venator-Santiago.
Más aún, según Venator-Santiago, la estadidad para Puerto Rico supondría un costo político para varios miembros del Congreso.
"Si Puerto Rico se convirtiera en un estado, entonces es más probable que Puerto Rico quisiera dos senadores demócratas y cuatro, tal vez cinco legisladores", dijo Venator-Santiago. "Los republicanos no van a ceder siete escaños".
Al preguntarle sobre la posible independencia y soberanía de Puerto Rico, Venator-Santiago expone que la opción presenta sus propios retos.
“El Partido Independentista Puertorriqueño enfrenta dos problemas”, indicó. “Uno es cómo abordar el tema de la ciudadanía si Puerto Rico obtiene la independencia, y el segundo es encontrar subsidios para sustituir los $30 a $40 mil millones anuales provistos actualmente por los EE. UU.”.
A pesar de que la Ley para el Estatus de Puerto Rico tiene pocas probabilidades de llegar a la consideración del Presidente, algunos legisladores como Chris Murphy y Richard Blumenthal (senadores de EE. UU. por Connecticut) hicieron público su apoyo a la medida.
Venator-Santiago expresó que el propósito principal de la medida puede ser el asumir una postura política con miras al año electoral por venir, ya que Connecticut es uno de los estados con una gran población puertorriqueña.
"Esta es una oportunidad para comunicar nuestro apoyo a los electores puertorriqueños en Connecticut", indicó.