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- El fentanilo es una droga entre 50 y 100 veces más potente que la morfina, lo que la hace tremendamente adictiva.
- Al consumir fentanilo, algunas personas pueden experimentar aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas para respirar, pérdida del conocimiento e incluso una sobredosis que puede provocar la muerte.
- Para tratar la adicción al fentanilo, es aconsejable consultar a un médico o ir a una clínica de adicciones. Los medicamentos y las terapias conductuales pueden ser útiles para acabar con la dependencia.
Por Isabel Rubio
El fentanilo es una droga de diseño cuya acción es similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente, según los CDC, encargados del control de enfermedades. Consumirlo de forma repetida puede afectar al sistema nervioso central, al gastrointestinal, al cardiovascular y al pulmonar. Además, puede provocar una sobredosis e incluso la muerte. Te explicamos por qué es tan adictivo, qué efectos tiene en la salud y cómo tratar la adicción a esta droga.
El fentanilo es entre 50 y 100 veces más potente que la morfina
Sintetizado a principios de la década del 60, el uso del fentanilo se generalizó gracias a su capacidad para disminuir, rápidamente y a dosis bajas, la percepción del dolor postoperatorio o de ciertos cánceres. En la actualidad, es uno de los compuestos más utilizados por su potencia analgésica.
Sin embargo, paralelo a su uso terapéutico, también ha crecido su prescripción médica indebida y su empleo como droga de abuso e, inclusive, como arma de guerra. En los últimos años la expansión de su consumo en Canadá y Estados Unidos encendió una alarma frente a lo que las autoridades sanitarias de esos países califican como una verdadera epidemia.
El fentanilo es más barato y fácil de producir que otras drogas como la heroína, según indica un análisis realizado por la agencia de noticias Reuters. Las personas lo consumen tanto de manera consciente como de forma inconsciente cuando se mezcla o se vende con otras drogas, como la heroína, la cocaína o las pastillas falsificadas, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés).
La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) explica que el fentanilo se puede esnifar, inhalar, fumar, inyectar, tomar por vía oral en forma de pastilla o de tabletas o consumir a través de parches cutáneos o vertido en gotas sobre papel secante.
Por qué el fentanilo es tan adictivo
El fentanilo es adictivo por su potencia. Así lo indica el NIDA, que explica que esta droga actúa uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones -al igual que la heroína, la morfina y otras drogas opioides-.
“Después de consumir opioides repetidamente, el cerebro se adapta a la droga y su sensibilidad disminuye”, lo que hace que resulte difícil sentir placer con otra cosa que no sea esa sustancia. Añade que, cuando una persona se vuelve adicta, la búsqueda y el consumo del opioide “se apoderan de su vida”.
Daniel Sitar, profesor emérito de la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Manitoba, en Canadá, explica a la BBC que la primera vez que alguien toma fentanilo “tiene un subidón y luego va buscando otra vez ese efecto”. “Pero cuando lo vuelven a consumir, nunca logran el subidón de la primera vez y entonces tienden a incrementar la dosis", añade.
El uso regular de esta droga puede provocar adicción, como indican los Centros de Adicción Americanos (AAC): “Cuando el cuerpo continúa recibiendo fentanilo, naturalmente hace ajustes. Un ajuste es desarrollar tolerancia, lo que luego requiere que la persona tome más fentanilo para lograr el efecto deseado”.
Los AAC destacan que hay “un gran peligro implícito en la tolerancia”: “A medida que aumenta la ingesta de fentanilo, también aumenta el riesgo de efectos secundarios nocivos”.
Del aletargamiento a la sobredosis: los posibles efectos del fentanilo en la salud
Al consumir fentanilo, algunas personas pueden experimentar felicidad extrema pero también aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas para respirar y pérdida del conocimiento, según el NIDA.
Una revisión publicada en la revista Translational Psychiatry indica que el uso frecuente del fentanilo puede afectar principalmente al sistema nervioso central, al gastrointestinal, al cardiovascular y al pulmonar.
“Los síntomas digestivos, como náuseas, vómitos y estreñimiento, son comunes en pacientes que usan fentanilo repetidamente”, afirman los autores. Además, esta droga puede precipitar la inmunosupresión. Es decir, el debilitamiento del sistema inmunitario y de su capacidad para combatir infecciones y otras enfermedades. Entre los efectos secundarios “frecuentemente reportados”, los investigadores mencionan migraña, mareos, vértigo, confusión y alucinaciones.
Las sobredosis por fentanilo pueden provocar la muerte
Además, se puede llegar a sufrir una sobredosis de fentanilo. “La sobredosis ocurre cuando una droga causa efectos secundarios graves y síntomas que ponen en peligro la vida”, afirma el NIDA.
En estos casos, la respiración se puede volver muy lenta o detenerse por completo. Algo que, según el NIDA, puede reducir la cantidad de oxígeno que llega al cerebro (lo que se conoce como hipoxia) y, con ello, a un estado de coma que cause daños permanentes en el cerebro, además de la muerte. En Factchequeado ya te hemos explicado cómo salvar la vida a alguien con una sobredosis.
En la actualidad, los opioides sintéticos -incluido el fentanilo- son las drogas más comúnmente asociadas con las muertes por sobredosis en Estados Unidos. Las muertes por opioides sintéticos distintos de la metadona (principalmente por fentanilo) han aumentado en los últimos años, según el NIDA. En 2021 se notificaron 70.601 fallecimientos.
Cómo tratar la adicción al fentanilo
El uso repetido del fentanilo conduce al desarrollo de tolerancia y drogodependencia. “Si alguien está consumiendo fentanilo y decide que quiere dejar de hacerlo, consultar a un médico o ir a una clínica de adicciones y comenzar a tomar buprenorfina es una excelente forma de comenzar”, explica a Factchequeado Brenna Greenfield, psicóloga y profesora asistente en el Departamento de Medicina Familiar y Salud Bioconductual de la Universidad de Minnesota especializada en la prevención de muertes por sobredosis de opioides.
La buprenorfina es un medicamento que se usa para tratar la dependencia de opioides. Según Greenfield, los profesionales de la salud trabajarán con la persona que esté intentando dejar de consumir fentanilo “para que tenga menos síntomas de abstinencia cuando comience a tomar buprenorfina”.
“Como sucede con la adicción a otros opioides, los medicamentos y las terapias conductuales han demostrado ser eficaces en el tratamiento de las personas adictas al fentanilo”, explica el NIDA.
Este organismo insiste en que los medicamentos para los trastornos por consumo de opioides “son seguros, eficaces y salvan vidas”. Estos interactúan con los mismos receptores opioides del cerebro en los que actúa el fentanilo, pero no producen los mismos efectos. Además de la buprenorfina, el NIDA menciona la metadona y la naltrexona.
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