Varias propiedades en deterioro del estado de Connecticut están en vías de convertirse en cientos de apartamentos y oportunidades de empleo como parte de los esfuerzos del estado por rehabilitar desde antiguas fábricas de papel y textiles hasta viejos canódromos.
Se rehabilitarán 22 propiedades en condiciones precarias en todo el estado, para lo cual se invertirán casi $26.3 millones en fondos estatales y $112.7 millones en fondos privados. Las propiedades están ubicadas en 17 pueblos y ciudades.
“Este programa estatal nos permite trabajar junto a los municipios y desarrolladores para devolverle la vida a estas propiedades”, señaló el gobernador Ned Lamont en un comunicado.
Las propiedades fueron seleccionadas como parte del Programa de remediación ambiental y desarrollo de terrenos industriales abandonados dirigido por el Departamento de Desarrollo Económico y Comunitario del estado (DECD, por sus siglas en inglés). Los esfuerzos de remediación de estos terrenos incluyen limpiar o demoler propiedades abandonadas y reutilizar el sitio, lo que puede implicar la descontaminación de los terrenos de antiguas fábricas o la rehabilitación de viviendas existentes.
Según señala el comisionado adjunto del DECD, Matthew Pugliese, el estado busca maneras de devolver valor y utilidad a las propiedades de estas zonas.
“Existen diferentes subvenciones destinadas a la vivienda como uso final”, añadió Pugliese. “Otras son dirigidas [a propiedades de] uso mixto. Una de ellas será para crear una clínica de salud conductual con una expansión considerable, y otra será para un parque público”.
Mejoras a los vecindarios
Cuatro de los proyectos se convertirán en viviendas, creando así 373 apartamentos. Según declaraciones del gobernador Lamont, 148 de las nuevas unidades de vivienda serán asequibles.
Las nuevas viviendas estarán ubicadas en Berlin, New Haven, Norwalk y Vernon.
En Norwalk, se demolerá un complejo de vivienda pública que llevaba décadas en pie y se sustituirá por 55 apartamentos nuevos. La demolición de Meadow Gardens está programada para este verano y utilizará unos $3.3 millones de los fondos para la remediación de terrenos industriales abandonados para realizar mejoras al sitio.
Según Pugliese, se da prioridad a las comunidades desatendidas a la hora de considerar las propiedades para el proceso de remediación.
“Queremos poder preservar los espacios verdes en desarrollo y recuperar estas parcelas en desuso, contaminadas y en ruinas y destinarlas de nuevo a un uso provechoso para el estado”, dijo Pugliese.
Crear oportunidades
Los funcionarios del estado calculan que se generarán unos 1,400 empleos como parte de la remediación, esto incluye los puestos temporeros relacionados con la construcción, así como las oportunidades de empleo que generan las empresas que se establecerán en las propiedades nuevas.
Además de viviendas, las propiedades remediadas se transformarán en parques públicos, estadios deportivos, un museo y una clínica de salud mental, entre otros proyectos. Lamont elogió los buenos resultados del plan.
“Nadie quiere tener en su vecindario propiedades viejas, contaminadas y deterioradas que permanezcan vacías por décadas”, dijo. “Especialmente cuando ese terreno puede utilizarse para desarrollar nuevas empresas y construir viviendas para quienes las necesitan”.