Para hacer frente a la crisis de vivienda asequible en Connecticut, Pacific House, un albergue para hombres en Stamford, se ha dedicado a renovar casas antiguas y convertirlas en viviendas dignas para personas sin hogar.
Así lo afirma Rob Lockhart, director de servicios de emergencia en Pacific House.
“A veces, construirlas es la única manera que podemos lograrlo, o mejor dicho, una de las maneras que podemos lograrlo”, expresó Lockhart.
Lockhart y Michelle Fanwick, directora de desarrollo, señalan que el aumento de los alquileres en Stamford, que suelen comenzar en $3,000 al mes para nuevos arrendatarios, está fuera del alcance de muchos, especialmente los residentes sin hogar.
Albergues y grupos de apoyo como Pacific House ayudan a los residentes a pagar los depósitos de fianza, entre otras formas de asistencia. Sin embargo, el aumento de los alquileres está dificultando cada vez más que los residentes puedan salir del sistema de albergues.
Actualmente, Pacific House está renovando casas antiguas, pero esto no es suficiente. Según Lockhart, los precios elevados de alquiler acaban retrasando la transición de los residentes a viviendas privadas.
“Nuestra tasa de circulación no es tan rápida como quisiéramos debido a la zona y a los precios de alquiler aquí”, Lockhart indicó.
Fanwick mencionó que este mes, hay por lo menos 68 residentes alojados en el albergue. Además, la actual crisis de vivienda ha llevado a un aumento en la demanda de camas y ha obligado al albergue a rechazar a personas con regularidad.
“Actualmente, hay 245 personas en espera de albergue en el condado de Fairfield”, comentó Fanwick,
quien añadió que durante el año fiscal 2024 ayudaron a más de 450 personas mediante la provisión de albergue, asistencia alimentaria o manejo de casos.
Según reportajes anteriores de Connecticut Public, organizaciones sin fines de lucro y otros grupos que abordan la falta de vivienda en el estado afirman que necesitan más recursos para enfrentar este problema cada vez mayor.
Lockhart explicó que el objetivo es ayudar a las personas a encontrar vivienda y salir del albergue en un plazo de 90 días. Sin embargo, esos 90 días a menudo se convierten en una lucha de casi un año para encontrar una unidad asequible.
Daniel Williams, quien fue residente de Pacific House, cuenta que finalmente se mudó a su propio hogar en Stamford este mes, después de haber pasado aproximadamente 9 meses en el albergue.
Pacific House tiene una tradición en la que cada residente que consigue vivienda toca una campana en el primer piso. Williams la hizo sonar por unos segundos entre aclamaciones.
No se centró tanto en sus retos, sino en lo que consiguió con la ayuda del personal.
“Fue difícil, pero lo logré”, afirmó Williams. “Me dieron una oportunidad. George me dio una oportunidad y Rob también, y ahora estoy aquí”.