Un día normal de trabajo para un paisajista latino tomó un giro preocupante a finales de mayo, cuando Rudy Cornejo Figueroa informó que fue víctima de una agresión en Stamford.
Cornejo, un paisajista de Guatemala, estaba trabajando cuando relató que un hombre lo confrontó, lo insultó y lo acusó de soplar pasto cortado y tierra sobre su Mazda MX-5 2023.
“Siguió diciéndome groserías y me llamó criminal varias veces”, dijo. “Me llamó inmigrante criminal. A veces la gente les dice cosas como esas a los hispanos, llamándolos criminales. Lo ignoré y seguí trabajando, pero el hombre se paró frente a mí”.
La situación se agravó cuando el hombre empujó a Cornejo, y Cornejo respondió con un empujón en defensa propia, según un informe de la policía de Stamford.
“Empecé a grabarlo”, explicó Cornejo.
Su video del incidente atrajo atención en las redes sociales y generó debates en la comunidad latina de Stamford sobre incidentes de acoso que a menudo no se denuncian.
Sentirse seguro para pedir ayuda
Al principio, Cornejo dudó en presentar cargos porque dijo que estaba preocupado por su estatus migratorio y solo quería que el hombre se fuera. Ahora, lamenta no haber presentado cargos antes.
La representante estatal Anabel Figueroa le pidió a la policía de Stamford que revise el caso de Cornejo.
“Eso fue un acto racial, y no podemos permitir ese tipo de abusos”, dijo Figueroa.
También ofreció su apoyo a cualquier persona que esté sufriendo discriminación y les exhortó a comunicarse con su oficina para obtener ayuda.
“El problema es que nuestra gente tiene miedo. Son víctimas de ataques y no hacen absolutamente nada porque son indocumentados”, dijo Brenda Ortiz, defensora de los derechos de los inmigrantes radicada en Stamford. “Los amenazan con llamar a la policía o a inmigración”.
Ortiz sostiene que la discriminación contra los trabajadores inmigrantes latinos es un problema predominante en la ciudad.
“Por supuesto que hay discriminación. Y está en todas partes, especialmente si eres latino”, expresó Ortiz.
Ortiz señaló que estos trabajadores a menudo enfrentan un trato injusto, como ser objetos de lenguaje despectivo o experimentar desigualdad salarial y condiciones de trabajo inseguras. Explicó que ese discrimen es un problema persistente que amerita mayor atención y acción.
“Nadie dice nada, como si estuviera bien que nos pase esto”, dijo Ortiz. “Pero si algo así le sucediera a una persona blanca, se llevaría al extremo”.
De igual forma, se han reportado algunos incidentes de acoso y discriminación en el sistema educativo de Stamford y en la segregación residencial, pero Ortiz afirma que, en muchos de esos casos, el miedo también suele impedir que la gente hable.
Un problema difícil de cuantificar
Elena Pérez, directora ejecutiva de Building One Community en Stamford, dijo que su organización sin fines de lucro de servicios para inmigrantes no ha visto un aumento en los incidentes de acoso contra miembros de la comunidad latina.
“Pueden ocurrir incidentes, pero realmente no estamos viendo un incremento en la hostilidad hacia los inmigrantes”, indicó Pérez. “Hay casos en los que algunos de estos trabajadores tal vez están recibiendo salarios impagos, es decir, que no les están pagando la cantidad completa”.
Pérez hizo hincapié en la importancia de que todos pongan de su parte para garantizar que Stamford y sus alrededores sigan siendo hospitalarios para todas las comunidades.
Mientras tanto, Richard Conklin, subjefe del Departamento de la Policía de Stamford, confirmó que el departamento no considera el estatus migratorio en sus investigaciones. Insta a cualquier persona que se sienta agraviada a presentarse sin miedo.
“Si alguien ha sido vejado, acosado o maltratado, queremos que venga y presente la denuncia en el departamento de la policía”, dijo Conklin. “No estamos considerando el estatus migratorio”.
En los meses transcurridos desde que Cornejo decidió presentar cargos, su presunto atacante ha sido acusado de agresión en tercer grado y alteración a la paz. Este pagó una fianza de $25,000 y está previsto a comparecer ante el tribunal en septiembre.
Cuando se le preguntó a Conklin si esto es parte de una tendencia de discriminación contra los latinos en Stamford, dijo que sabe que los trabajadores suelen ser los más afectados por los incidentes.
“Estoy seguro de que ocurre”, dijo Conklin. “Una de las cosas que he escuchado es que en ocasiones los empleadores no son justos con los inmigrantes porque conocen su estatus, y a veces los hacen trabajar para luego abandonarles y no pagarles”.
Al reflexionar sobre el incidente que enfrentó en el trabajo en Stamford, Cornejo señaló que aunque en el pasado ya había sufrido racismo en la ciudad, este incidente le pareció particularmente alarmante. Dijo que él y su familia están preocupados por futuros encuentros.
“Me encontré con un hombre racista porque, en el video, se puede ver el odio que me tenía, aunque no sé por qué. Arrojarme unas tijeras es un acto de racismo, al igual que llamarme criminal”, afirmó Cornejo. “No soy un criminal”.