A medida que crece la preocupación entre los inmigrantes latinos de Connecticut por la reelección de Donald Trump, los oficiales estatales y grupos de defensa expresan su apoyo mientras se preparan para combatir las amenazas de Trump de llevar a cabo los mayores esfuerzos de deportación en la historia del país.
Las generaciones se enfrentan a lo ‘desconocido’
Talia Lopez, estudiante de segundo año en Connecticut State Tunxis, es hija de un inmigrante mexicano. Es una de las muchas personas de su colegio que sienten temor ante lo que ocurrirá cuando Trump asuma la presidencia.
“Es muy triste ver que la mayoría de las personas están a favor de la deportación cuando somos un país que se basa en inmigrantes”, expresó.
Sin embargo, Fernando López, su padre de 61 años y residente en Avon, dijo que no está claro qué va a pasar cuando Trump se convierta en presidente.
“La realidad es que no lo sabemos, y eso es lo que le asusta a mucha gente. Creo que lo más importante para la mayoría de la gente es saber, y es lo desconocido lo que da miedo”, dijo López.
Originario de Tijuana, México, López dijo sentirse un poco sorprendido de ver a tantos latinos votar por Trump, pero, dado el estado preocupante de la economía, también entiende por qué lo hicieron.
“Las cosas no van muy bien ahora mismo”, confesó López, pensando en voz alta desde la perspectiva de un partidario latino de Trump. “‘Tal vez esta persona pueda hacerlo por nosotros’. Creo que ese era el mensaje que circulaba, y ahora la realidad va a ser: ‘Bueno, o que lo haga o que se calle’”.
Danbury ante su historia de inmigración
En 2006, la policía de Danbury y los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los EE. UU. (ICE, por sus siglas en inglés) se hicieron pasar por contratistas para arrestar y deportar a 11 trabajadores inmigrantes indocumentados. Dos años después, la policía local trabajó con agentes del ICE para realizar más redadas en la comunidad con la promulgación de 287-g, un programa que permite a los oficiales estatales y locales actuar como agentes del ICE.
Desde entonces, Connecticut ha promulgado la Ley TRUST, que establece que el gobierno federal tiene autoridad sobre la ley de inmigración y su aplicación, pero no puede utilizar recursos estatales y agentes de orden público para aplicar la ley. Los defensores que recuerdan esa época anterior de la historia de Danbury están en tensión.
El sábado por la mañana, más de 100 personas se reunieron en la alcaldía de Danbury para mostrar su apoyo a los líderes comunitarios que exigían a los oficiales electos la protección de los inmigrantes. Según los líderes comunitarios, los ciudadanos ya están familiarizados con las redadas que podrían surgir debido a los esfuerzos de deportación de Trump.
Clementina Lunar, de 56 años, es inmigrante mexicana y residente en Danbury desde hace unos 32 años. Los oficiales de inmigración casi deportaron a Lunar y a su marido en 1995. La traumática experiencia marcó a sus hijos, dijo.
Según Lunar, después de que su marido y ella obtuvieran su documentación legal para permanecer en el país, su hija no podía obtenerla, por lo que se enfrentaba a la deportación en ausencia. Su hija tuvo que comparecer ante un juez a los 14 años para solicitar el indulto, dijo.
“Mi hija solía tener una pequeña bolsa con sus cosas más preciadas debajo de la cama en caso de que tuviéramos que salir deprisa”, añadió Lunar.
Con el regreso de Trump a la presidencia, Lunar, quien ofrece clases particulares, ve que sus alumnos tienen los mismos temores. De acuerdo a Lunar, un niño de 10 años le contó que, tras las elecciones, él y sus amigos se despidieron en el colegio porque todos eran inmigrantes y tenían que volver a su país de origen.
Hartford se manifiesta a favor de los inmigrantes
El lunes por la mañana se observó un apoyo similar en las escaleras norte del Capitolio estatal, donde el Secretario de Justicia del Estado, William Tong, reafirmó el compromiso de Connecticut de continuar siendo un lugar seguro para los inmigrantes.
Tong y otros oficiales estatales están en conversaciones para prepararse para lo que se avecina, dijo. Esta semana se reunirá con secretarios de justicia demócratas para discutir planes de preparación, entre ellos cómo abordar contingencias y cómo afrontar batallas legales a gran escala.
“No creo que nadie sepa cuándo y cómo y dónde nos van a golpear y, francamente, cómo acabará todo esto. Pero sabemos que vienen y sabemos que es lo primero en su lista. Solo puedo decir que todos nosotros, no solo los secretarios de justicia estatales, sino todos —aliados y defensores en esta lucha— también estamos listos para esto", afirmó Tong.
Usando el primer término de Trump como referencia, la presidenta del Centro Nacional de Leyes Migratorias, Kica Matos, dijo que los líderes estatales y los grupos de defensa tienen una idea clara de cómo y para qué prepararse.
“Permítanme ser muy clara sobre lo que debemos esperar el 21 de enero. Debemos esperar deportaciones masivas. Debemos esperar el uso del ejército para llevar a cabo las deportaciones. Debemos esperar campos de concentración en la frontera; la derogación de la ciudadanía por derecho de nacimiento. Los niños inmigrantes indocumentados ya no podrán asistir a las escuelas públicas y amenazarán y tratarán de coaccionar a las ciudades y estados para que lleven a cabo su agenda de deportación”, declaró Matos.
Sin embargo, el líder de la minoría de la ciudad de Waterbury y director regional de la Asamblea Nacional Hispana Republicana, Ruben Rodriguez, dijo que la administración Trump solo busca arreglar el sistema fallido de inmigración, para que la gente pueda entrar al país por vías legales.
“El mero hecho de venir aquí ilegalmente ya supone un delito”, dijo Rodríguez. “Si tienes miedo es porque que hiciste algo mal”.
El principal Secretario de Justicia del estado y los alcaldes apoyan a los inmigrantes
Tong aseguró que Connecticut se mantiene firme dentro de las políticas de la Ley TRUST para mitigar cualquier intento de deportación masiva en el estado. También especificó que la Ley TRUST no se aplica a aquellos que han sido acusados, procesados o encarcelados por un delito.
Varios oficiales, entre ellos los alcaldes de Hartford, New Haven, Stamford y Norwalk, coincidieron con Tong en que Connecticut sigue siendo un lugar que acoge a los inmigrantes con los brazos abiertos. Carla Esquivel, inmigrante guatemalteca de 47 años, se sintió respaldada por los participantes.
“Aquí es donde muchos inmigrantes hemos vivido durante muchos años y donde apoyamos el crecimiento del estado”, dijo Esquivel en español.
Esquivel ha vivido en Stamford por más de 19 años. Sin embargo, comentó que sigue temiendo por la comunidad inmigrante.
Ese lunes a primera hora, Trump publicó en las redes sociales que su administración está en preparativos para declarar una emergencia nacional con el fin de utilizar activos militares para deportaciones masivas. Esquivel no está segura si esto es solo un discurso de Trump o si se convertirá en realidad, dijo. A pesar de los planes de Trump, Tong hizo evidente la postura de Connecticut sobre la inmigración.
“Es la política y la ley del estado de Connecticut respetar, honrar y proteger a los inmigrantes y las familias inmigrantes en Connecticut”, afirmó. “Punto y final”.