En Connecticut, esta temporada han circulado enfermedades respiratorias como la neumonía, la influenza, el COVID-19 y el virus respiratorio sincitial (VRS).
El estado se ha visto especialmente afectado por la influenza.
A la fecha del 25 de febrero, los funcionarios de salud pública del estado informaron de 2,718 hospitalizaciones por influenza. Los adultos mayores se han visto especialmente afectados, con tasas de hospitalización por influenza que duplican con creces las del COVID-19 en febrero, según datos estatales.
Esas infecciones gripales pueden provocar que algunos pacientes desarrollen neumonía. Los hospitales de Connecticut siguen tratando a pacientes con la infección.
“Ha sido una temporada bastante ajetreada para la neumonía”, indicó el Dr. Mark Metersky, jefe de división de medicina pulmonar, de cuidados críticos y de medicina del sueño de la Escuela de Medicina de UConn. “Los hospitales de la zona están recibiendo muchos casos”.
La neumonía es una infección viral, bacteriana o micótica que afecta a uno o ambos pulmones y provoca que los alvéolos pulmonares se llenen de líquido o pus, según los Institutos Nacionales de la Salud.
Aunque una influenza puede pasar de las vías respiratorias superiores –la nariz, los senos paranasales, los conductos de aire– al tejido pulmonar, “en realidad es bastante raro que la influenza provoque por sí sola una neumonía gripal”, afirma Metersky.
“Lo más habitual en las personas que contraen neumonía después de la influenza es que esta dañe el revestimiento protector de las células del pulmón, y entonces las bacterias pueden invadirlo”, explicó. “Así que a menudo vemos pacientes que contraen influenza y luego contraen neumonía bacteriana”.
Qué puedes hacer para estar seguro
Algunas poblaciones corren mayor riesgo de padecer de neumonía.
“Los ancianos y las personas con enfermedades crónicas, como condiciones cardíacas o enfermedades pulmonares como EPOC o enfisema, personas con diabetes e incluso fumadores”, dijo.
Metersky exhortó a la población a vacunarse.
“Durante el invierno, cuando circulan ciertos virus, las personas que están expuestas a esos virus y no están vacunadas también corren un mayor riesgo de padecer neumonía”, explicó. “Hay una vacuna antineumocócica, que algunos llaman vacuna contra la neumonía, que previene cierto tipo de neumonía bacteriana, pero no todas las neumonías”.
También hay una vacuna contra el VRS, que según Metersky también deberían recibir los pacientes de alto riesgo.
"Y por supuesto, el sentido común: evitar a las personas que están enfermas con algún virus, lavado de manos y mascarillas, de ser apropiado", dijo.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que los niños pequeños, los adultos mayores y las personas en riesgo se vacunen contra la neumonía neumocócica.
Aproximadamente una de cada cinco personas que desarrollan neumonía en EE. UU. acabará en el hospital, lo que significa que “una de cada cinco es una infección bastante grave, y aproximadamente el 10% de las personas que acaban ingresadas en el hospital no sobrevivirán a ese episodio de neumonía”, relató Metersky.
El Dr. Phil Roland, médico de Cigna en Connecticut, instó a la gente a hacer de su salud una prioridad mientras balancean sus compromisos en el trabajo y en la casa.
“Están tan ocupados que no pueden venir a la consulta o tan siquiera sacar tiempo para una visita virtual de telesalud”, lamentó. “Muchos no están seguros de cuándo deben tomarse en serio sus síntomas ni de qué opciones de tratamiento tienen a su disposición. Cuando aplazan la atención, corren el riesgo de empeorar”.