Silvano Camis es oriundo de México. Llegó a Connecticut con apenas 5 años, y en el año 2009 se convirtió en beneficiario del Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA).
En el 2021, luego de sufrir una caída, Camis fue sometido a una cirugía cerebral. Hoy día está paralizado y sufre de convulsiones.
Luz Janet Linares, su esposa, recuerda el día del accidente.
“Me dijeron que mi esposo no se sentía bien y que necesitaba cirugía porque se cayó y sufrió trauma cerebral”, dijo Linares. “Mi esposo no saldrá de esta pronto, ¿qué voy a hacer sola con mis tres hijos?”
Debido a su estatus migratorio, Camis no tenía seguro médico. Afortunadamente, se le aprobó el seguro HUSKY de emergencias, pero está por caducar.
Camis necesita Keppra con urgencia, un medicamento contra la epilepsia. También requiere cuidado psiquiátrico, terapia física intensa, cuidado en el hogar, una silla de ruedas y pañales de adulto.
“El médico me dijo que el trauma se debe a la caída de Silvano”, explicó Linares. “Tenía coágulos que le presionaban el cerebro, por la forma en que cayó. Trataron de estabilizarlo”.
Un informe de la Connecticut Health Foundation reveló que en el año 2019, cerca de 204,500 residentes de Connecticut no tenían seguro médico.
Durante la última sesión legislativa, HUSKY for Immigrants, una coalición formada por numerosas organizaciones de derechos humanos, abogó por expandir el Medicaid a todos los residentes de Connecticut, sin importar su estatus migratorio.
Tras negociaciones y debates, finalmente se pudo expandir la cubierta para niños elegibles hasta los 15 años, independientemente de su estatus migratorio.
Luis Luna, miembro de HUSKY for Immigrants, explicó que es preocupante que hay personas que están entre la vida y la muerte que no tienen seguro médico.
“Todos sabemos que los problemas de salud no discriminan por edad. Restringir el acceso al cuidado médico del programa HUSKY a los jóvenes, adultos y adultos mayores es una falta de consideración a la salud de nuestras comunidades”, dijo Luna.
Luna argumentó que de aprobar el proyecto de ley para personas hasta los 26 años de edad, representaría el 1% del presupuesto de Medicaid y cubriría hasta 5,000 jóvenes que no tienen seguro médico.
Los médicos le dijeron a Linares que su esposo no podrá volver a trabajar, ni tendrá la vida que solía tener. Linares es el único sostén económico de la familia. Explicó que es difícil manejar la carga financiera y los problemas de salud de su esposo.
“Estamos afectados emocionalmente. Cuando me dicen que mi esposo está entre la vida y la muerte... No sé cómo decirle esto a mis hijos”, dijo. “Estoy en shock. En shock. Cierro los ojos y todo parece una pesadilla”.
En febrero, se celebró una vista pública de más de 12 horas en la cual se presentaron más de 700 testimonios escritos a favor del proyecto de ley original, y sobre 200 personas testificaron a favor de este, entre ellos proveedores de salud, residentes y algunos legisladores.
Luna dijo que la meta es que HUSKY cubra a todo el mundo, sin importar la edad o el estatus migratorio.
Una encuesta mostró que un 57% de los electores apoya la expansión de HUSKY para todos, incluidos los inmigrantes indocumentados.
“Quiero decirles a todos que pongan su mano en el pecho y piensen en la vida. Si mi esposo no se toma sus medicamentos, puede convulsionar, y eso podría ser mortal”, dijo Linares. “Por favor, al menos hagan una excepción, miren cada caso a parte”.