Un nuevo proyecto piloto en Connecticut tiene por objetivo donar dinero a las personas que han sufrido heridas por violencia para ayudarlas en su recuperación.
Mediante este proyecto hospitalario sin precedentes, y con el patrocinio de la organización sin fines de lucro 4-CT, el Hospital Yale-New Haven pagará $1,000 por persona a 100 víctimas de crímenes violentos.
La mayoría de los participantes son hombres jóvenes que se están recuperando de heridas de bala.
Según Pepe Vega, responsable del programa de prevención de la violencia en Yale, ya se puede apreciar cómo este dinero ayuda a los participantes, entre ellos, un adolescente de 18 años que recibió un disparo.
“Su madre es soltera. Él la estaba ayudando con un trabajo a tiempo parcial, pero ahora que no puede trabajar. No la puede seguir ayudando”, dijo Vega. “Luego de que él sufriera su herida, acudimos a su ayuda con $1,000, que pudo utilizar para ayudar a su madre a pagar las cuentas y llevar comida a su hogar. Es impactante”.
Vega indicó que el joven de 18 años quiere unirse al ejército, así que Yale lo puso en contacto con un grupo que está ayudando a hacer su sueño realidad.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la violencia es una de las principales causas de discapacidad y muerte entre los adolescentes y jóvenes de EE.UU. Los funcionarios del programa piloto han observado un aumento en las víctimas de homicidios por arma de fuego en Connecticut de 2018 a 2021, particularmente entre los residentes latinos y afroamericanos.
El Dr. Kyle Fischer, director de política de uno de los colaboradores en el programa, Health Alliance for Violence Intervention (“Alianza de Salud para la Intervención en Casos de Violencia” o HAVI, por sus siglas en inglés), indicó que, luego de sufrir heridas de forma violenta, “los pacientes necesitan varios servicios por un tiempo para poder recuperarse por completo física, psicológica y socialmente”.
Agregó que los pacientes usarán el dinero para, entre otras cosas, pagar cuentas, comprar alimentos y para servicios de cuidado de niños.
HAVI y el equipo de Yale evaluarán el programa piloto para determinar su impacto en la salud pública.
“Vamos a aprovechar la oportunidad que nos ofrece este programa piloto para compartir información en todo el país con la esperanza de que muchos otros programas hospitalarios de intervención en casos de violencia puedan acceder a este tipo de recurso”, dijo en un comunicado el Dr. James Dodington, director médico del Centro para la Prevención de Lesiones y Violencia (Center for Injury and Violence Prevention) del Hospital Yale-New Haven.