La correlación entre la vacunación contra el COVID-19 y la inflamación del músculo del corazón (también conocida como miocarditis) es muy poco frecuente, pero fue observada principalmente en varones adolescentes durante la pandemia.
Nadie sabía a ciencia cierta qué ocasionaba esta afección inusual, hasta ahora.
Luego del lanzamiento de las vacunas contra el COVID-19 al principio de la pandemia, la comunidad científica propuso una serie de hipótesis sobre las causas de la miocarditis tras una vacunación con ARNm, entre ellas, el desarrollo de enfermedades autoinmunes y reacciones alérgicas.
No obstante, un nuevo estudio científico de la Escuela de Medicina de Yale publicado en la revista Science Immunology halló ciertas características en los inmunocitos que sugerían una respuesta inmunitaria del organismo mayor a la necesaria. Esto produjo casos inusuales de inflamación cardiaca que por general era leve y desaparecía al cabo de unos días.
Una respuesta inmunitaria exagerada
La liberación de citocinas—proteínas producidas por ciertas células, especialmente las células T auxiliares en el sistema inmunitario—en respuesta a la vacuna ARNm contra el COVID-19 puede resultar un poco excesiva, según cuenta Akiko Iwasaki, profesora de inmunobiología, ciencia molecular y biología del desarrollo en la Escuela de Medicina de Yale.
Otros inmunocitos conocidos como “células asesinas”, que se encargan de eliminar los virus y tumores en el organismo, también pueden presentar una respuesta exagerada.
Los hallazgos sugieren que se debe considerar un intervalo mayor entre la primera y la segunda dosis.
“Cuando se administran las dosis de vacuna ARNm en un periodo de tiempo relativamente corto, vemos que este tipo de respuesta inmunitaria acelerada que causa miocarditis es mayor entre varones adolescentes,” explica Iwasaki, y añade que, según un estudio realizado en Canadá, 56 días es el tiempo de espera óptimo.
Mayor incidencia de inflamación cardiaca en las personas no vacunadas que contraen COVID
Tanto los investigadores de Yale como el Dr. Ulyses Yu, experto en enfermedades infecciosas y quien no participó en el estudio de Yale, advirtieron que se ha demostrado que el COVID-19 también provoca casos inusuales de miocarditis y muchas otras complicaciones cardiacas.
Pero la incidencia de inflamación cardiaca, aunque poco frecuente, continúa siendo considerablemente mayor entre los varones adolescentes sin vacunar, en comparación con aquellos que se vacunaron contra el COVID-19.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, aproximadamente entre 22 y 36 de cada 100,000 varones de 12 a 17 años de edad padeció de miocarditis dentro de los 21 días después de recibir una segunda dosis de la vacuna.
Sin embargo, entre los no vacunados en el mismo grupo etario, la incidencia de miocarditis luego de contraer el virus del COVID-19 fue de entre 50.1 a 64.9 casos por cada 100,000 varones.